- Área: 74163 m²
- Año: 2015
-
Fotografías:Eleazar Cuadros
-
Proveedores: Artectum, Cidelsa
Descripción enviada por el equipo del proyecto. El parque Zonal Flor de Amancaes fue pensado para ser un polo de urbanidad.
Partimos de la convicción de que la ciudad y la ciudadanía se construyen desde los Espacios Públicos, que éstos deben no solo organizar la trama urbana sino trasformarse en lugares donde los ciudadanos se desarrollen y disfruten en igualdad. El Proyecto propuesto persigue estos dos objetivos: construir ciudad desde la generación de un borde claro y construir sociedad desde la diversificación de espacios abiertos que permitan el desarrollo de todo tipo de actividades.
El análisis del entorno inmediato y la complejidad de la trama urbana nos revelaron que, si bien el parque no posee la superficie de los grandes parques zonales, su dimensión supera la escala barrial. Esta condición, sumada a su buena accesibilidad a través de la articulación de la avenida 27 de Diciembre con la avenida Pachacútec y la Línea 1 del Metro de Lima, convierten a este parque en un gran polo de urbanidad, de desarrollo económico local, y de servicios para los distritos aledaños.
Trabajamos sobre la idea que la ciudad debía disolverse en el parque y el parque construirse hacia la ciudad. Imaginamos un gran espacio abierto y continuo articulado por los edificios, que tomando las tensiones espaciales de la ciudad, las canalizan hacia el corazón del parque.
Así, de manera centrífuga, el juego de los volúmenes construidos crea plazas perimetrales que, diluyéndose entre ellos alcanzan el gran parque central arbolado. Éstos espacios urbanos llevan el nombre de los edificios que los presiden: el Centro Cultural(CREA) genera la Plaza y el Paseo de las Culturas, pensados como expansión del mismo; la Plaza de los Deportes se conforma por el Polideportivo Techado y el Bikepark, siendo un gran espacio lúdico y cívico complementario a sus usos; la Plaza de los Niños se asocia a los dos colegios existentes y al nuevo programa de la ludoteca, transformándose en un espacio infantil equipado con módulos de juegos al aire libre. Finalmente, la Plazuela de las Flores organizada en torno al vivero, concluye la calle Pizarro y da continuidad a la Av. Independencia en la Av. de los Incas.
Trabajamos la topografía buscando equilibrar sustracciones con rellenos para, reconociendo la depresión natural en el centro geométrico del predio, partir hacia el perímetro con la idea de hacer emerger, a través de las plazas, el parque en la ciudad.
Las baldosas de hormigón que forman las plazas se van disolviendo en el suelo blando conforme comienza el descenso hacia el centro del gran parque urbano.
ARQUITECTURA Y MATERIALIDAD
Buscamos generar edificios pensados desde su nuevo contexto paisajístico y urbano, que se abran a los diferentes espacios públicos, proyectando los usos previstos más allá del volumen construido.
Estos debían cumplir con las siguientes características: ser de fácil ejecución, tener bajo costo de mantenimiento, ser pensados para resistir el uso intensivo y hasta actos vandálicos. Pensamos que el mejor material para pensar su constructividad era el hormigón armado, que decidimos acompañar con bloquetas y celosías de concreto. Para los cerramientos superiores decidimos utilizar paneles de superboard tarrajeados y solaqueados. Todos los materiales fueron pensados cara-vistas.